Mueren cuatro niños por desnutrición en 48 horas.
Nueva masacre en un centro de alimentos.
Protestas en Israel por el fin del conflicto.
Riesgo para los rehenes en una nueva ofensiva.
La situación humanitaria en Gaza se agrava. En las últimas 48 horas han muerto cuatro niños por desnutrición, elevando a más de medio centenar los menores fallecidos por hambre desde el inicio del conflicto. La UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, ha vuelto a acusar a Israel de utilizar la inanición como arma de guerra y exige el levantamiento inmediato del bloqueo para permitir la entrada de ayuda humanitaria.
A la emergencia alimentaria se suma un nuevo ataque con consecuencias trágicas. Al menos 34 personas han muerto y un centenar han resultado heridas tras una intervención del ejército israelí en un centro de reparto de alimentos en el norte de la franja de Gaza. Testigos y organizaciones humanitarias aseguran que los disparos procedían de soldados israelíes, mientras que el Estado hebreo niega su responsabilidad.
Anoche, miles de israelíes se manifestaron ante la embajada de Estados Unidos en Tel Aviv para reclamar una tregua y el fin del conflicto. Entre las consignas dirigidas al primer ministro Benjamin Netanyahu y al presidente estadounidense Donald Trump, los manifestantes exigieron un acuerdo que libere a los rehenes en poder del grupo islamista Hamás.
El ejército israelí ha anunciado su entrada en la ciudad de Deir Al Balah, en el centro de Gaza, donde hasta ahora no había desplegado operaciones terrestres. Los familiares de los rehenes temen que esta ofensiva ponga en peligro sus vidas y complique aún más cualquier negociación para su liberación.