Así se constata en un informe hecho por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, en el que se refleja también que el 92 % de las víctimas no denuncia por temor a represalias.
Un informe hecho por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales señala que más de la mitad de las mujeres del cine han sufrido violencia sexual y que el 92 % de las mujeres que han sido abusadas no lo han denunciado por temor a represalias.
La mujeres más vulnerables son las más jóvenes que no denuncian por miedo a ser señaladas y perder oportunidades profesionales .Entre las asistentes han estado la ministra de Igualdad, Ana Redondo e Irene Montero.
Según el informe "Unidas por una industria audiovisual igualitaria, diversa y libre de violencias" el 60,3% de las mujeres de entre 20 y más de 50 años declaran haber sufrido algún tipo de violencia sexual en los espacios relacionados con la industria del cine y del audiovisual
El grupo más afectado se encuentra entre los 40 y 49 años, representando el 37% de las mujeres que han denunciado haber vivido alguna de estas situaciones. Es decir, más de la mitad de las mujeres, independientemente de su edad, ha sufrido algún tipo de violencia sexual en el sector.
En cuanto a los sectores en los que suceden este tipo de violencias, todas las mujeres profesionales de todos los departamentos --interpretación, dirección, arte, maquillaje, peluquería, sonido, guion, producción, posproducción y otras-- se han enfrentado de alguna forma a la violencia sexual.
En ese sentido, una de las autoras del informe, Nerea Barjola, ha evidenciado en la rueda de prensa que violencia sexual se percibe como "inevitable" e integrada dentro del entorno laboral en la industria del cine y audiovisual, mientras que las mujeres jóvenes son "dobles víctimas", como ha explicado.
Precisamente, los resultados muestran una "naturalización" y "normalización" de las violencias sexuales que desde CIMA, avisan, están completamente integradas dentro del entorno laboral porque se asocian a una "jerarquía" y a una "cultura de la permisividad".
Por otro lado, advierten de que las mujeres jóvenes sufren doble vulneración porque se las ve como "presas". Así, "se ven obligadas a hacer cosas" que no quieren para poder tener un desarrollo como profesionales, asegura Barjola. "Cuando admiran a una persona, actor o director, el consentimiento no es del todo libre", ha añadido.
Por todo ello, desde la entidad afean un "sistema de silencios" y critican que el silencio colectivo es lo que sigue alimentando esta cultura, a la vez que han pedido "espacios de sororidad".