Quezada ha protagonizado varios incidentes en los centros donde ha estado internada

A Ana Julia Quezada la detuvieron el 11 de marzo de 2018, doce días después de la desaparición de Gabriel, el hijo de su pareja, al que ella fingió buscar junto a toda su familia. Los agentes de la Guardia Civil la arrestaron cuando trasladaba el cuerpo del pequeño de 8 años en el maletero de su coche.

En septiembre de 2019 la dominicana fue condenada a prisión permanente revisable, fue la primera mujer a la que se le impuso la máxima pena. Esa sentencia fue confirmada por el Tribunal Supremo en 2020. Un año antes fue trasladada a la cárcel de Brieva, en Ávila, después de que Instituciones Penitenciarias estimara su solicitud para abandonar la prisión de El Acebuche, en Almería.

Lleva, por tanto, 4 años en el centro penitenciario en el que también cumplía condena en ese momento el ex cuñado del Rey, Iñaqui Urdangarín. Un centro en el que Quezada convive con otras 70 reclusas y en el que ya la registraron en busca de un móvil tras la denuncia de la madre de Gabriel.

Patricia Ramírez aseguró el año pasado que tenía pruebas de que participaba en la grabación de un documental sobre la muerte de su hijo gracias a un teléfono que le habrían facilitado funcionarios de la prisión. Entonces no lo encontraron, pero ahora resurge como pieza clave de su plan para chantajear a la dirección de Brieva para que la trasladen a Barcelona.