El abaratamiento de la energía ha provocado la bajada del IPC.
El es el más moderado desde octubre de 2024, cuando este indicador se situó en el 1,8 %.
El abaratamiento de la energía motiva que el Índice de Precios al Consumo, el IPC, haya bajado una décima en abril y sitúa la inflación en el 2,2%, que es su tasa más baja desde el mes de octubre, cuando alcanzó el 1,8%. Una reducción motivada por la bajada de los precios de la luz, el gas y los combustibles.
Baja la inflación y sube el Productor Interior Bruto, que mide la fortaleza de la economía española. Lo hace, eso sí, sólo un 0,6%, que son dos décimas menos que en todo 2024. Esto significa que el crecimiento de nuestra economía se ralentiza con respecto al año pasado en medio de un difícil contexto internacional motivado por la guerra comercial, que equilibra la demanda interna. El crecimiento interanual del PIB español se sitúa así en el 2,8%.