De las calles del Bronx a los Juegos Olímpicos

El breaking, también conocido como break dance, surgió en el Bronx neoyorquino a finales de los años 60 como una alternativa creativa a la violencia callejera.

Esta disciplina, nacida en el seno de las comunidades latinas y afroamericanas, combina fuerza, ritmo y estilo en una danza que forma parte esencial de la cultura hip hop, junto con el grafiti, el rap y el DJing. Desde su expansión global en los años 80 gracias al cine y la televisión, el breaking ha evolucionado hasta convertirse en un deporte reconocido internacionalmente.

En los Juegos Olímpicos de París 2024 se estrenó como disciplina olímpica, abriendo una nueva etapa para los B-boys y B-girls que compiten en “batallas” cargadas de energía, técnica y expresión.

En Málaga, esta cultura tiene su epicentro en el Málaga Breaking Club, un espacio donde se fomenta el talento local y se celebran eventos de primer nivel. Además, iniciativas como los talleres y actuaciones organizadas por la Universidad de Málaga en su Contenedor Cultural demuestran que el breaking ha dejado de ser solo un baile callejero para convertirse en una poderosa herramienta cultural y educativa.

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