En los últimos años han proliferado debido al cambio climático y al aumento de las temperaturas.
Su picadura puede provocar graves daños en la salud.
Es importante acudir al médico si no sabemos quitarlas.
Con la llegada del calor, crecen los casos de picaduras de garrapatas. Estos arácnidos empiezan a aflorar en hábitats húmedos, sombreados y con vegetación densa. En los últimos años han proliferado debido al cambio climático y al aumento de las temperaturas, convirtiéndose en un peligro no solo para los perros, sino también para los humanos, ya que su picadura puede provocar graves daños en la salud.
La expansión de zonas verdes y el contacto con animales salvajes o domésticos, incluso en zonas urbanas, también ha influido en que cada vez haya más garrapatas en entornos habitados.
Según explica Anabel Pérez, de la Unidad de Alta Complejidad de Medicina Interna del Hospital Reina Sofía de Córdoba, es esencial eliminarlas para evitar infecciones. No sirve el aceite ni los remedios caseros. Hay que usar pinzas y desgarrar la garrapata entera, con cuidado de la piel, y es aconsejable acudir al servicio de atención primaria. Lo mejor es prevenir: usar pantalones largos, zapatos y chequearnos a nosotros y nuestras mascotas.
Entre los peligros que conllevan estos insectos está la Enfermedad de Lyme, una infección causada por la bacteria Borrelia Burdogferi, que se transmite a los humanos a través de la picadura de una garrapata que esté infectada por ella.