Sánchez envía una carta a su militancia en la que denuncia que el informe de la UCO se puso "al servicio de un intento de derribar al Gobierno" y asegura que seguirá.
De pedir "perdón" al ataque en cuatro días. Dos comparecencias, el mismo escenario: la sede de Ferraz, en la que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no había comparecido los últimos años. Y dos perfiles muy distintos del mismo dirigente. El jueves, aparecía como un presidente tocado tras la dimisión de su número tres, Santos Cerdán, citado en el informe de la UCO como el “gestor” de las mordidas de la trama de Koldo García. Pidió perdón hasta ocho veces. Su lenguaje corporal revela nerviosismo: manos entrelazadas, respiraciones profundas, gestos contenidos, tics en el mentón indicativos de presión. Su tono, autocrítico, a la defensiva. En su segunda comparecencia es otro Sánchez. Aparece “en guardia” y dominante.
En solo cuatro días, de la crisis al contraataque. Este jueves, el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha enviado una carta a la militancia del partido tras la crisis abierta por la dimisión del secretario de Organización, Santos Cerdán, en la que denuncia que el contenido del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que provocó su salida, se puso "al servicio de un intento deliberado de la derecha para derribar un gobierno legítimo". Sánchez ha asegurado que el Ejecutivo seguirá adelante.
En una carta dirigida a los militantes socialistas, Sánchez vuelve a pedir perdón por el caso de Cerdán y ha subrayado que el PSOE "desde el primer momento" ha actuado con "contundencia" sin "matices ni ambigüedades". Además, ha señalado que el Gobierno no conoció el contenido del informe de la UCO -que apunta a que Santos Cerdán gestionó comisiones a favor del exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García- hasta que varios medios lo publicaron, algo que demuestra que "el poder ejecutivo no interfiere en investigaciones que dependen del poder judicial, como sí ocurrió en buena parte de la década pasada".
Por el contrario, ha escrito Sánchez, lo que sí es "censurable" es que se haya puesto el contenido de ese informe "al servicio de un intento deliberado de la derecha para derribar a un gobierno legítimo". Sánchez ha reconocido que "ningún partido está a salvo de la infamia de la corrupción", pero ha insistido en que la diferencia está en "cómo se reacciona ante ella" y ha asegurado que España tiene instituciones que funcionan así como una ciudadanía "exigente" y un gobierno "que responde".
Con todo, ha dicho a la militancia que ante "el momento difícil" que atraviesa el PSOE, no deben "perder la perspectiva" ya que "no hay un sistema podrido cuya reforma haya que abordar políticamente" sino una democracia que "se defiende de los casos de corrupción, con la ley y la justicia". "La corrupción se combate con mejores medios y las herramientas adecuadas. Y eso es lo que haremos, apelando una vez más al debate sereno con quienes quieran sumarse a él para aportar y mejorar", ha compartido, al tiempo que ha considerado que si la derecha no quiere participar en ese debate "como seguramente hará", es porque su prioridad es otra: "Derribar al Gobierno al precio que sea".
Además, ha exigido al PP que si presenta una moción de censura sea "coherente" y presente un proyecto alternativo de país, aunque ha adelantado que no sucederá porque "carecen de él". "No les une lo que quieren construir, sino lo que pretenden destruir", ha añadido antes de apuntar a que lo único que el PP puede ofrecer a España pasa por el apoyo de la ultraderecha y esta es "incompatible con el progreso, los derechos y las libertades".
Sánchez se ha referido a los retos que enfrentan el país y el Gobierno "que no se resuelven ni con titulares ni con linchamientos" y para los que el Ejecutivo obtuvo "la confianza mayoritaria del parlamento". "Por todos esos desafíos vamos a seguir adelante. Con la misma ilusión y ganas que el primer día".
En el cierre de su carta, el presidente ha reconocido que la decepción tras el caso de Cerdán es "enorme" pero ha recordado que el PSOE se enfrenta a una operación de "demolición moral". "La mejor forma de salir de esta prueba es recordando por qué estamos aquí. No hemos venido a ocupar sillones. Hemos venido a mejorar la vida de la gente (...) Contad conmigo, yo cuento con vosotros", acaba Sánchez la misiva.