El mismo informe que motivó el registro del domicilio de Ábalos y de varias constructoras, apunta a que el número tres del PSOE habría intercedido también por la adjudicación de obra pública a determinadas empresas en el País Vasco.
Cerdán lo niega: "No tengo ningún miedo".
El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, niega haber participado en ninguna adjudicación ilegal y asegura que no tiene ningún miedo ni nada de qué defenderse, al día siguiente del registro del domicilio de su antecesor en Ferraz, el exministro José Luis Ábalos.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil realizó en la víspera un registro de varias horas en el domicilio de Ábalos en Valencia en busca de pruebas sobre adjudicaciones irregulares de obras públicas. Según indican varios medios, el informe policial en el que se basó el juez para ordenar esta actuación, también relaciona a Cerdán con contratos de obra pública.
"No tengo ningún miedo", ha indicado el también diputado por Navarra en declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso, asegurando que no tiene "nada de lo que defenderse" y que no conoce si existen actuaciones policiales o judiciales contra él.
Todo parte de las declaraciones en sede judicial del comisionista Víctor de Aldama. Declaró que Santos Cerdán era la persona responsable de lo que llamó "cupo vasco", la expresión con la que, según Aldama, denominaban las adjudicaciones de obra pública por parte del gobierno en el País Vasco y Navarra a cambio de mordidas, de comisiones ilegales. Una de esas comisiones, según Aldama, podría haber acabado en manos de Santos Cerdán, actual número 3 del PSOE y a través de Koldo. En concreto 15.000 euros.
La Unidad Central Operativa de la Guardia civil analiza ya todo el material incautado en los registros realizados en las últimas horas a varias empresas y al domicilio del exministro de transportes. José Luis Ábalos habría reconocido cobrar comisiones en grabaciones ya examinadas que también probarían la implicación del número tres del PSOE, Santos Cerdán, en una trama de contratación pública irregular.
El material incautado por la Guardia Civil a lo largo de la investigación está engrosando la causa. En las grabaciones intervenidas a Koldo García el exministro Ábalos habría admitido que favoreció adjudicaciones de obra pública a cambio de comisiones. Unas conversaciones que están incluidas en el informe que la Guardia Civil entregó al juez el 5 de junio y que han derivado en los últimos registros. No solo han intervenido en el piso de Ábalos en Valencia sino también en constructoras de Granada, Vizcaya y Navarra. Un informe en el que también ven indicios de criminalidad contra el secretario de organización del PSOE. Algo que coincide con lo que declaró el comisionista, Víctor de Aldama, en la Audiencia Nacional.
Lo ratificó después en el Supremo, donde entregó documentación que motivó que el juez Puente pidiera en febrero este nuevo informe que ha derivado en esta pieza separada del caso, que se inició por las presuntas mordidas por la compra de mascarillas en plena pandemia. Una de las constructoras registradas es Servinabar 2000 que obtuvo un contrato millonario para desdoblar un túnel en Navarra y cuyo dueño está vinculado con Santos Cerdán. El juez busca ahora ingresos irregulares que puedan corresponder con pagos ilícitos. Ya se está analizando todo el material incautado.
Santos Cerdán no es cualquier persona en el PSOE. Número tres del partido desde la abrupta salida de Ábalos en 2021, cuenta con la máxima confianza de Pedro Sánchez. Fue responsable de la negociación con el fugado Carles Puigdemont en Bruselas para asegurar la investidura de Sánchez que también negoció con Bildu.
Por tanto es un hombre muy cercano al presidente, aunque este miércoles hemos sido testigos de una imagen que pone en duda esa afirmación. Fíjense bien en la siguiente escena captada en el congreso minutos antes del comienzo de la sesión de control. Santos Cerdán se dispone a ocupar su escaño, saluda sus compañeros de bancada y cuando llega a la altura de Pedro Sánchez amaga con saludarle pero decide no hacerlo, el presidente se percata de su presencia aunque finalmente, no intercambian saludo alguno.
SÁNCHEZ EVITA RESPALDAR A CERDÁN
La evidente frialdad entre el presidente y su número tres se ha reflejado luego en la sesión de control, porque Pedro Sánchez ha evitado respaldar a Santos Cerdán a pesar de la pregunta, directa y concreta, del líder de la oposición.
El presidente ni siquiera nombra a su número tres en el PSOE y la número dos del partido tampoco. María Jesús Montero respondía así a la oposición cuando le recordaba las novedades del caso Koldo que implicarían a Santos Cerdán.