Con el voto en contra de España y otros tres países.
21 estados miembros, entre ellos Francia e Italia, han votado a favor de la propuesta, que contempla también alargar los plazos para poder exigir compensaciones por retrasos o cancelaciones.
La Unión Europea (UE) ha aprobado reformar el Reglamento de Derechos de los pasajeros de avión. Aunque la medida no es definitiva, se plantea la posibilidad de que las aerolíneas puedan cobrar por el equipaje de mano en cabina, como de hecho ya hacen la mayoría, pero esta práctica no estaba regulada.
21 Estados miembros, entre ellos Francia e Italia, han votado a favor. España, junto con Alemania, Portugal y Eslovenia, han votado en contra, mientras que Estonia y Austria se abstuvieron.
Según la propuesta, las compañías podrán cobrar por el equipaje que el viajero lleve en cabina y deberán informarle de las dimensiones y peso máximos. Será posible viajar gratis con un bolso pequeño que quepa bajo el asiento.
Otra cuestión que se quiere modificar es la de las compensaciones por retraso. En la actualidad está establecido el derecho a recibirlas si el vuelo se demora más de tres horas. La UE pretende aumentar ese tiempo a 4 horas, lo que daría derecho a reclamar 300 euros. Si el retraso supera las 6 horas, la cuantía aumentaría a 500 euros. España y Alemania están en contra de esta ampliación.
En nuestro país tampoco se permitía otra práctica que ahora podrá aplicarse conocida como no show, por la que si alguien compra un billete de ida y vuelta, y al final sólo utiliza la vuelta, la compañía puede denegar el embarque al pasajero. Otra e las medidas aprobadas es permitir recargos por corregir datos personales o reservar asientos para acompañantes de personas con movilidad reducida.
Desde la asociación de aerolíneas se defiende la reforma, que será común para todos los países europeos, según Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas, ALA.
Organizaciones de consumidores como Facua rechazan el nuevo reglamento recién aprobado, como explica Rubén Sánchez, secretario general de Facua, ya que supone un recorte en los derechos de los pasajeros.
Todavía la norma tendrá que pasar por el filtro del Parlamento Europeo.