Abrir el grifo es un acto tan cotidiano que muchas veces no reparamos en todo lo que conlleva.
Lo hemos comprobado en una de las cuatro plantas de tratamiento del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana.
Con las últimas lluvias y los embalses recuperados de la sequía, hemos querido preguntarnos cómo es el tratamiento al que se somete al agua para que llegue a nuestros hogares en óptimas condiciones. Se trata de un proceso complejo y costoso, como hemos comprobado en las instalaciones del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana.
Abrir el grifo es un acto tan cotidiano que muchas veces no reparamos en todo lo que conlleva. Y es que transformar el agua de lluvia que se almacena en los embalses en agua segura, apta para consumo humano, requiere un gran esfuerzo, como explica Antonio Delgado Andújar, responsable de Control sanitario y abastecimiento de Aguas de la Zona Gaditana.
En las cuatro plantas que tiene el Consorcio se tratan hasta 3.500 litros de agua por segundo, según Andrés Díaz, presidente del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana.
Y tras todo el proceso, el agua de estos depósitos ya está lista para llegar a los hogares.