Se recogerán de forma controlada y con fines exclusivamente científicos los restos del alga asiática depositados en playas fuera del medio marino, en concreto en puntos de Tarifa y Algeciras.
Uno de los usos futuros puede ser como bioestimulante para las plantaciones de aguacate.
La Junta de Andalucía ha autorizado un proyecto pionero para transformar el alga asiática que llega al litoral de Tarifa y Algeciras (Cádiz) en fertilizante agrícola sostenible. Se trata de una especie invasora que amenaza el ecosistema marino y el sector pesquero andaluz.
Hasta 40.000 toneladas de estas algas asiáticas han llegado a acumularse en el vertedero de Tarifa, un auténtico quebradero de cabeza para los pescadores y para el turismo y que se extiende ya por buena parte de las playas andaluzas. Ahora se da un paso crucial para su uso y comercialización. Para ello el primer paso es un plan de gestión que se trasladará al Ministerio de Transición Ecológica este mismo mes.
La consejera andaluza de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, ha anunciado este sábado la puesta en marcha de un proyecto que permitirá la recogida científica de arribazones (acumulaciones de materia orgánica en la costa) del alga exótica invasora "rugulopteryx okamurae" para su estudio como fertilizante y bioestimulante agrícola sostenible para reducir su impacto ecológico y explorar usos beneficiosos. Se trata del primer proyecto que se autoriza desde la aprobación en 2023 de la Estrategia Nacional.
Tras reunirse con el alcalde de Tarifa, José Antonio Santos, en el Ayuntamiento de la localidad gaditana, y junto a investigadores implicados en esta iniciativa pionera en Andalucía, Catalina García ha subrayado que se trata de un proyecto autorizado en Andalucía que permitirá recoger de forma controlada y con fines exclusivamente científicos los restos del alga asiática depositados en playas fuera del medio marino, en concreto en puntos de Tarifa y Algeciras.
Este proyecto piloto, respaldado por el Instituto Andaluz de Biotecnología y Desarrollo Azul de la Universidad de Málaga, se desarrollará bajo estrictas condiciones de seguridad biológica y control ecológico, según la resolución firmada por la Delegación Territorial de la Consejería.
Ha explicado que el alga deberá ser transportada en envases herméticos hasta una finca de fermentación en Castellar de la Frontera (Cádiz), donde será procesada hasta quedar totalmente inactivada, impidiendo su reproducción y expansión. Asimismo, la recolección se limitará exclusivamente a arribazones ya desprendidos, sin afectar al alga viva ni al ecosistema marino o a especies protegidas, como la "patella ferruginea".
“Este proyecto representa una nueva vía para mitigar el daño ecológico que genera esta especie invasora y abre la puerta a un modelo de economía circular, en el que un problema ambiental puede convertirse en una oportunidad para la agricultura sostenible y la innovación”, ha defendido la consejera.
El Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria (IFAPA) se encuentra actualmente investigando también el uso del alga invasora como abono para la agricultura y su aprovechamiento como bioestimulante y fertilizante.
Uno de los usos futuros de estas algas puede ser como fertilizante para las plantaciones de aguacate, como explica Antonio Vegara, de la Sección de Educación Permanente de Tarifa.
El plan de gestión también desbloquearía otros proyectos que se han estancado por problemas burocráticos. Por ejemplo, para plantillas para calzado.