Estamos en plena campaña y estos días se intensifican los desembalses en los pantanos de la Cuenca del Guadalquivir para dar agua a los cultivos.
Es la primera vez desde hace casi una década que los agricultores están viviendo una campaña de riego normal.
Estamos en plena campaña de riego y estos días se intensifican los desembalses en los pantanos de la Cuenca del Guadalquivir para dar agua a los cultivos.
Es la primera vez desde hace casi una década que los agricultores están viviendo una campaña de riego normal y reciben la mayor dotación de agua conocida en Andalucía desde el año 2017. Solo en la provincia de Jaén los pantanos están desembalsando 14 hectómetros cúbicos de agua al día.
Los miles de metros cúbicos de agua que diariamente están entrando a las balsas de riego son una buena muestra del respiro que ha supuesto esta campaña. Después de que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) aprobará una dotación del 91 por ciento, el olivar, el arroz y las tierras calmas en torno al río están bebiendo de un riego que ya casi habían olvidado tras épocas de duras restricciones, según Eduardo Díaz, vicepresidente de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (CREA).
Solo en la provincia de Jaén, cabecera de cuenca, del Tranco sale un hectómetro cúbico diario río abajo. Del resto de embalses, casi 13 hectómetros cúbicos. Una cuenca que gracias a las lluvias de este invierno se encuentra al 60 por ciento, uno de los mejores niveles de los últimos 25 años, lo que hace que los regantes hablen ya de medidas que permitan guardar agua para cuando no haya.
Esta campaña se desembalsarán 1 millón doscientos mil metros cúbicos de agua, un 20 por ciento de la capacidad embalsada, con las que se regarán 350.000 hectáreas de cultivos en toda Andalucía.