Chalecos refrescantes para los jardineros de la Alhambra
Nuevos elementos para protegerse de las altas temperaturas que se alcanzan en las zonas exteriores del monumento.
En la Alhambra de Granada estos días de verano se alcanzan hasta 37 grados en la sombra y sus trabajadores de jardinería emplean nuevos instrumentos para poder realizar sus tareas a la intemperie. Desde pulseras que avisan de un repunte de temperatura, hasta chalecos que les refrescan durante varios minutos.
A las consabidas medidas de hidratación, adelanto horario o protección solar, ahora se suman estos otros elementos menos conocidos, como explica Antonio Ángel Salido, jefe de Servicios de Jardinería de la Alhambra.
Los chalecos, por ejemplo, han resultado un alivio para quienes pasan su jornada expuestos al sol. Hay jardineros que tienen que eliminar la maleza entre las plantas nobles del recinto monumental, unas tareas que no puede parar en verano.
Y es que por muy maravillosa que sea la Alhambra, 40 grados se dejan notar en cualquier sitio en el que uno pase más tiempo del necesario.
