Preocupación en el sector olivarero por el aumento de las plagas
Tras el conocido como prays, ahora se espera que ataque la mosca del olivo debido a la nueva climatología, el actual manejo de los suelos y la ineficacia de los tratamientos.
La red de alertas e información fitosanitaria constata un aumento de las plagas en los cultivos de Andalucía. Lo justifican en las temperaturas suaves de otoños e inviernos, en los cambios de los tratamientos fitosanitarios y en los manejos del suelo.
Buscan si hay prays del olivo, una conocida polilla que ataca al olivar, y si lo hay, recomendaciones para combatirlo entre los agricultores de la sierra Mágina de Jaén. Es un insecto que, en su primera generación, ya ha afectado a la hoja, en la segunda ya está afectando a las flores, y en tercera, terminará atacando al fruto recién cuajado.
En esas sierras, las altísimas temperaturas de finales de mayo evitaron su multiplicación y, ahora, sin una recomendación expresa, esperan la siguiente plaga, la de la mosca del olivo.
Se critica el actual manejo del suelo que impide la coexistencia de depredadores que puedan evitar estas plagas. Entienden que, a todo esto, se añaden tratamientos autorizados con otros principios activos seguros para el consumidor que no pueden con las plagas.
Con otros tratamientos, temperaturas suaves en otoño, sin nieve, con pocas heladas y menos lluvias, el prays, el algodoncillo, que se ha instalado en la comarca jiennense de Las Villas, la mosca o el repilo se han convertido, en algunos casos, en un grave problema para la agricultura.
