Se recupera así también un oficio de siempre.
El objetivo es aumentar el rebaño hasta 200 cabras.
El ayuntamiento de Benarrabá ha invertido 3.000 euros en adquirir 50 cabezas de ganado caprino para labores de prevención de incendios forestales. Las cabras bomberas, como las llaman, no paran de trabajar haciendo lo que más les gusta: comer hierbas.
Los animales vuelven a cumplir así con una función tradicional que se ha ido perdiendo con los años: mantener la limpieza de los montes, evitando que la maleza crezca sin control. También se recupera el oficio del cabrero.
Es la manera más natural de prevenir incendios y ha funcionado durante siglos. El objetivo es aumentar el rebaño hasta 200 cabras.