VIOLENCIA MACHISTA
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El alivio de Cristina, víctima de Candy: "Denunciar es una cuestión de supervivencia"

Ya ha pasado su primera noche en prisión Candy, el maltratador que se cambió se sexo para evitar la cárcel. Cristina, su víctima, ha querido por primera vez dar la cara. Dice que ahora se siente segura y respira "aliviada".

Durante los próximos quince meses, esta mujer no tendrá que pedir a alguna compañera para que la acompañe a casa. Esto le ha dado fuerza para hablar con los medios.

CANAL SUR MEDIA 8 julio 2025

El ingreso en prisión de Candy, el maltratador que se cambió de género tras una sentencia en firme por maltrato a su expareja, ha permitido a su víctima respirar tras una situación en la que ha pasado "mucho miedo” y un proceso judicial y de denuncias que, para ella, “fue una cuestión de supervivencia”. Cristina llegó a España hace más de 15 años desde su Paraguay natal en busca de una vida mejor y dice que ahora siente "alivio". Recuerda que tanto las agresiones que sufrió como los procesos judiciales que ha vivido “han sido años bastante duros, de mucha lucha, muy complicados”.

La detención se produjo el pasado viernes, al ser reconocida esta persona por unos policías en un bar en Espartinas, a 12 kilómetros de Camas, donde vive su víctima. En realidad, nada le impedía acercarse al pueblo donde vive la víctima, porque cuando se cambió de género en el Registro Civil con un trámite de ventanilla y fue declarada mujer dejó de tener vigor cualquier orden de alejamiento basada en la Ley de Violencia de Género.

Se le detuvo “por casualidad”, aunque quiso engañar a los policías diciendo que no llevaba encima el DNI y aportó los datos de su hermano. Para esos policías, Cris tiene palabras de agradecimiento, igual que para su abogado, José Antonio Sires, “que se ha tomado este caso como algo personal”. Y se cierra así un capítulo que, para ella, ha supuesto “ir con mucho miedo por las calles, sin saber qué hacer muchas veces, dónde ir o a quien acudir”, además de saber que la sentencia que condenó en firme a su maltratador prescribiría el próximo noviembre.

Ahora, intenta darle a su vida toda la normalidad posible. Trabaja como camarera de piso y quiere comenzar los trámites para tener la nacionalidad española. También quiere animar a las mujeres que, como ella, sufren o han sufrido maltrato “a que den un paso adelante, que denuncien, porque sí se puede, aunque hay muchas que no lo hacen por temor, pero es una equivocación bastante grande". “Denunciar es una cuestión de supervivencia. Yo lo he logrado, y aquí estoy".

Tras más de un año eludiendo a la Justicia, Candy fuerme en la cárcel Sevilla I. Después de permanecer dos días en el módulo de ingreso de la prisión, se le llevó al módulo 51, destinado a mujeres y horas después fue trasladada a uno de respeto para hombres, en el que se encuentran presos "de confianza", internos de más edad o agresores sexuales de perfil bajo.

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