Una práctica cada vez más habitual entre los usuarios, que suben las grabaciones a las redes.
Utilizar la imagen de otra persona sin su consentimiento tiene consecuencias legales.
La Agencia Española de Protección de Datos ha sancionado con más de 20.000 euros a un gimnasio por la negativa de uno de sus clientes a ser grabado, una práctica cada vez más habitual entre los usuarios, que suben las imágenes a las redes. Utilizar la imagen de otra persona sin su consentimiento tiene consecuencias legales.
Junto a la toalla y la botella, en el gimnasio ahora no falta nunca el móvil. Pero grabar cómo practicamos deporte en muchos casos implica que salgan detrás otros usuarios. Y ahí está la clave, el permiso que dé o no otra persona para ser grabada. Sin consentimiento, podríamos infringir la ley sobre privacidad y vulnerar el derechos de imagen.
Así lo ha entendido la Agencia de Protección de Datos, que ha multado a un gimnasio por la negativa reiterada de un cliente a ser grabado en las promociones publicitarias del local.
Antes de sacar el móvil hay que pedir permiso o buscar un ángulo en el que no salgan otros usuarios, Los vestuarios son una zona prohibida para fotos y vídeos, y los gimnasios tiene que tener un consentimiento previo para utilizar nuestras imágenes en una promoción.