El TSJA obliga a esta revisión, clave para su demolición. La propuesta ha salido adelante con siete votos a favor: el del propio alcalde (que destaca que no responde a una voluntad política), los del PP y el de Andrés Belmonte, exconcejal socialista. Se han ausentado seis concejales, entre ellos el portavoz del PSOE, José Luis Amérigo.
El pleno del Ayuntamiento de Carboneras (Almería) ha aprobado este viernes, con los votos del alcalde, Salvador Hernández (Cs), el grupo municipal del PP y un concejal no adscrito, el inicio del procedimiento de revisión de oficio de la licencia de obras concedida en 2003 al hotel de El Algarrobico para declarar "no urbanizable" el terreno donde se alza. La anulación de la licencia de obras concedida en enero de 2003 a Azata del Sol S.A. es clave para su demolición.
La propuesta ha salido adelante con siete votos a favor —el del propio alcalde, los del PP y el de Andrés Belmonte, exconcejal socialista aunque formalmente siga formando parte del Grupo Socialista—. El pleno se ha celebrado con solo siete de los trece concejales de la corporación presentes, en una sesión marcada por las ausencias y las alusiones políticas cruzadas.
Entre las ausencias más notables, la del portavoz del PSOE, José Luis Amérigo, quien, según un escrito leído en sesión por el alcalde, se encontraba de viaje “programado hace más de dos meses”. Tampoco ha acudido Felipe Cayuela, edil que esta misma semana anunció públicamente su salida del PP para pasar al grupo de los no adscritos, y que no ha comunicado formalmente su inasistencia, según ha expuesto la secretaria del Ayuntamiento.
“Lamento profundamente que concejales del Partido Socialista no se hayan presentado en este pleno para debatir una licencia que se otorgó en 2003, cuando gobernaba el PSOE en Carboneras y en Andalucía”, ha expresado el alcalde durante su intervención. Hernández ha insistido en que la revisión de la licencia no responde a una voluntad política, sino a un mandato judicial del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ha exigido al Ayuntamiento la ejecución de las sentencias firmes. “Estamos obligados por el TSJA, y este es un trámite más dentro del periplo, podríamos decir, del culebrón que ha sido este proyecto fallido de El Algarrobico”, ha afirmado.
“Lo que un día se vendió como un sueño para el pueblo de Carboneras, con el paso de los años se ha convertido en una pesadilla para esta localidad y, si me apuran, para toda la comarca del Levante almeriense”, ha lamentado el regidor. En la misma línea, el portavoz del PP, Lorenzo González Belmonte, ha criticado la “falta de seriedad” de los ediles socialistas ausentes y ha recordado que “hace cinco meses la ministra Montero dijo que el hotel se iba a derribar, y hoy sus concejales no están aquí para respaldar eso con hechos”.
La revisión de oficio de la licencia concedida en enero de 2003 a Azata del Sol S.A. se fundamenta en el artículo 47.1.f de la Ley 39/2015, que declara nulos los actos administrativos cuando se omiten trámites esenciales o se dictan sin el procedimiento legalmente establecido. El pleno ha acordado incoar el expediente y abrir un trámite de audiencia de diez días a los interesados, paso previo a la posible declaración de nulidad.
El hotel, de 411 habitaciones, fue paralizado en 2006 y acumula más de una veintena de pronunciamientos judiciales que cuestionan su legalidad urbanística y medioambiental. La última resolución firme del TSJA, de 2021, y ratificada por el Supremo, obliga al Ayuntamiento a anular expresamente la licencia como condición previa a su demolición. Mientras tanto, el mismo tribunal ha dictado esta semana nuevos apercibimientos al consistorio, al que ha dado diez días para cumplir con la publicación del PGOU corregido. En caso contrario, el TSJA ha advertido que podría imponer multas coercitivas y ha solicitado que se identifique al funcionario responsable del incumplimiento.
Al término del pleno, Salvador Hernández ha pedido públicamente a la Junta de Andalucía y al Gobierno central que se sienten con el Ayuntamiento y con la empresa promotora para buscar “una solución menos dolorosa para Carboneras”, y ha advertido que no se puede seguir utilizando “el hotel del Algarrobico como arma arrojadiza entre partidos”.