Morante de la Puebla cortó tres orejas y un rabo en Jerez. Abrió la puerta grande de la plaza de toros con Sebastian Castella que se llevó otras dos orejas. El tercer diestro José María Manzanares cortó una. A Morante lo llevaron a hombros desde la plaza hasta su hotel.
Estupenda tarde de toros para una Feria que se despide este sábado hasta el próximo año, tras una semana de exaltación al vino y el caballo.
Morante de la Puebla cortó tres orejas y un rabo en Jerez. Abrió la puerta grande de la plaza de toros con Sebastian Castella que se llevó otras dos orejas. El tercer diestro José María Manzanares cortó una. A Morante lo llevaron a hombros desde la plaza hasta su hotel. Estupenda tarde de toros para una Feria que se despide este sábado hasta el próximo año, tras una semana de exaltación al vino y el caballo.
El Real apura los últimos compases de un evento declarado de Interés Turístico, tras una semana donde ha imperado la presencia de los caballos y el vino. Miles de personas han pasado estos días por el recinto ferial del Parque González Hontoria, sin poder contabilizar aún el número aproximado, ya que quedan varias horas de fiesta por delante para quienes aún no han pisado un albero que podríamos definir como "muy mejorable".
El Consejo Regulador estima que se habrán vendido alrededor de medio millón de medias botellas de vino fino, lo que equivale a 187.500 litros. La Feria del Caballo ha servido para dar impulso a la candidatura a Capital Europea de la Cultura 2031 al que se aspira desde el Ayuntamiento, con el reparto a visitantes de pequeños regalos, e incluso animando a las adhesiones desde la oficina provisional de turismo, instalada en el acceso principal del recinto ferial.
Aunque el domingo será el día de los nietos y nietas en los cacharritos, será este sábado cuando se apague definitivamente el alumbrado que ha estrenado el Ayuntamiento en esta edición, dedicada al pueblo gitano por sus 600 años de la llegada a la península.