Una joven granadina sobrevive a una parada cardiaca de una hora sin secuelas neurológicas
Nerea Castellón, de 30 años, ha estado un mes entre la vida y la muerte, tras sufrir un tromboembolismo pulmonar.
Hablamos con ella y con el equipo médico que la ha atendido en el Hospital Clínico San Cecilio de Granada.
Sobrevive a una parada cardiaca de una hora y sale caminando de la UCI y sin secuelas neurológicas. Es el caso de Nerea Castellón, una joven granadina de 30 años que ha estado un mes entre la vida y la muerte.
Rodeada de familiares y del personal sanitario del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada. Así ha estado siempre Nerea desde que ingresó, hace justo un mes, en este centro. Iba conduciendo cuando empezó a encontrarse mal. Como pudo, avisó a su padre. El último recuerdo que tiene, según nos cuenta, es la llegada de la ambulancia.
La joven sufrió un tromboembolismo pulmonar. Durante el mes que ha estado en la UCI, su madre, Olivia Guardia, siempre ha estado con ella, cogida de su mano.
Después de una parada cardiorrespiratoria de una hora, Nerea no sufre ningún tipo de secuelas. Estuvo en coma inducido casi tres semanas, como explica Purificación Fernández, médico intensivista del Hospital San Cecilio de Granada.
Nerea ya ha recibido el alta. Y, aunque ahora le queda un largo camino de rehabilitación, sabe que ha vuelto a nacer.
