Después de los incidentes violentos de los aficionados más radicales del club, el entrenador dice compartir ese malestar y admite que como socio estaría igualmente "cabreadísimo".
El entrenador del Sevilla, Joaquín Caparrós, reconoce que está "sufriendo como entrenador y como sevillista" con el mal momento de su equipo que venía de cinco derrotas consecutivas que le costó el puesto a García Pimienta y que con él no ha mejorado demasiado con dos empates y una derrota, la del último partido ante el Celta.
Se ha situado a cuatro puntos del descenso y gran parte de los aficionados ha explotado, sobre todo los más radicales que esperaron al equipo en la Ciudad Deportiva produciéndose actos vandálicos que obligaron a la expedición a pernoctar en las instalaciones.
El técnico utrerano ha comentado que "a nadie le gusta lo que sucedió, lo que sí es verdad que los que somos sevillistas… Yo soy un Biri más, me identifico con la filosofía de los Biris del escudo, la camiseta, el sevillismo, y la no violencia. Estoy en contra de la violencia, pero me identifico porque por encima de todo está su equipo y mañana -por hoy- lo van a demostrar".
Y es que el duelo de este martes ante Las Palmas es decisivo para la suerte del Sevilla. Una victoria lo salvaría, un empate lo dejaría todo encarrilado, pero una derrota lo llevaría a sufrir hasta el último momento. "Es el partido más importante porque es el más inmediato. Cada vez queda menos y cada vez es más importante. Los dos equipos nos jugamos muchísimo y tenemos la oportunidad de ofrecer los tres puntos a nuestra afición".
Sobre el estado anímico de sus futbolista ante el mal momento deportivo e institucional, Caparrós ha dicho que "la verdad es que confío mucho en los futbolistas, en lo que hemos hablado, las conversaciones individuales y colectivas, igual que en nuestra afición. El juego del fútbol es de los futbolistas y tenemos que transmitirles tranquilidad. Hemos hecho entrenamientos dinámicos, alegres, preparándonos y recuperándonos lo mejor posible, y esperemos enganchar a la gente. Nuestra gente va a estar, lo dice un sevillista, el socio 4.000 y pico. Yo estaría cabreadísimo, exactamente como nuestra afición, que lleva unos años sufriendo mucho. Cuando tenemos que estar ahí los sevillistas, estamos. Estoy seguro de que van a estar con los futbolistas”.