Sin un paseo en autobús ni la tradicional visita al Ayuntamiento de Málaga, pero con una recepción privada y una ofrenda a la patrona en el Santuario de la Victoria, donde sí acudieron cientos de aficionados.
Ahora toca pensar en la Liga ACB, el próximo gran desafío para el equipo que dirige Ibon Navarro.
El próximo partido del Unicaja será este domingo (12.30 horas) ante el UCAM Murcia y servirá para mostrar el trofeo a la hinchada
El Unicaja, campeón en Atenas de su segunda Liga de Campeones FIBA en el cuarto título que conquista esta temporada, festejó este lunes este nuevo hito sin un paseo en autobús ni la tradicional visita al Ayuntamiento de Málaga, pero con una recepción privada y una ofrenda a la patrona en el Santuario de la Victoria, adonde sí acudieron cientos de aficionados. La celebración se hizo esperar por el retraso de más de dos horas del vuelo procedente de Barcelona y que contribuyó a que la presencia de aficionados no fuera multitudinaria. Ahora toca pensar en la Liga ACB, el próximo gran desafío para el equipo que dirige Ibon Navarro.
La última obra maestra del Unicaja en Atenas, su segunda Liga de Campeones FIBA en cuatro participaciones tras superar con claridad al Galatasaray turco (67-83), tuvo esta vez un itinerario de celebración distinto a otras ocasiones, ya que fue mucho más corto y no incluyó la típica rúa desde el pabellón de Los Guindos hasta el centro histórico. El avión en el que viajaba el equipo malagueño partió en la mañana de este lunes desde la capital griega, con escala en Barcelona y llegada sobre las 19.00 horas al aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, donde esperaban un centenar de aficionados para una primera recepción a los campeones.
Ya en suelo malacitano, la expedición al completo del Unicaja marchó directamente al Centro Cultural Fundación Unicaja para una recepción privada con los principales patrocinadores, el Banco y la Fundación Unicaja, pero sin acudir luego al Ayuntamiento de Málaga, como en cada una de las celebraciones anteriores. No hubo tampoco un paseo en autobús descapotable por las calles del centro de la capital de la Costa del Sol para mostrar el nuevo trofeo a los hinchas, aunque sí se dio una comunión con aquellos que se acercaron a la última parada de esta hoja de ruta que terminó, como de costumbre, en el Santuario de la Virgen de la Victoria.
Allí los jugadores, miembros del cuerpo técnico y la cúpula directiva del club completaron la clásica ofrenda a la patrona de Málaga, con el correspondiente baño de masas junto a cientos de aficionados que fueron a rendir culto a los héroes de Atenas.
Poco antes de las nueve de la noche, el internacional español y capitán cajista bajó el primero del autobús con el trofeo en sus manos, mientras resonaban las campanas del santuario y la banda sonora de la charanga de Los Mihitas esperaba en la puerta principal, al final del pasillo gigantesco que formaron los seguidores.
La fiesta fue esta vez más breve y con menos multitud en las calles al no haber desfile, pero, como dejaron claro con sus cánticos los aficionados del conjunto malagueño, esperan poder hacerlo dentro de poco más de un mes en una hipotética celebración por el título de la Liga Endesa ACB, el próximo gran desafío para los jugadores entrenados por Ibon Navarro.
El próximo partido del Unicaja será este domingo (12.30 horas) ante el UCAM Murcia y servirá para mostrar el trofeo a la hinchada y desplegar otra bandera de campeón en lo más alto del Palacio de Deportes José María Martín Carpena. Y ya van diez, una decena de títulos que brillan en las vitrinas del cada vez más laureado club de Los Guindos.