Ríos desbordados de visitantes.
Impacto ambiental y riesgo de incendio.
Propuestas: regulación y educación.
El auge del turismo de naturaleza y la búsqueda de planes refrescantes en verano han llevado a más de un millar de personas a concentrarse este fin de semana en tan solo seis kilómetros del río Dílar, dentro del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada. Una imagen habitual que se repite en parajes como Los Bolos, en Dúrcal, y que preocupa a los grupos ecologistas.
La organización Ecologistas en Acción advierte de las graves consecuencias de esta masificación: riesgo de incendios, pérdida de biodiversidad, erosión y acumulación de residuos. A ello se suma la gran afluencia de vehículos privados, incluyendo autobuses, que colapsan los accesos y contribuyen a la degradación del entorno.
Para evitar que estos espacios se deterioren, la organización propone regular el número de personas que acceden a las zonas más sensibles y promover campañas de concienciación ambiental. "El entorno natural está para disfrutarlo, pero cuidándolo", subrayan desde Ecologistas en Acción.