El juez del Supremo, Leopoldo Puente, mandó a Santos Cerdán este lunes a prisión por riesgo de fuga y destrucción de pruebas.
Estima que el ex número 3 del PSOE es el responsable de reclamar 'mordidas' a las constructoras a cambio de obras públicas; y de repartir las cuantías con Jose Luis Ábalos y Koldo García.
Santos Cerdán ha pasado su primera noche en la cárcel de Soto del Real. El juez del Supremo, Leopoldo Puente, mandó a Santos Cerdán este lunes a prisión por riesgo de fuga y destrucción de pruebas. Estima que el ex número 3 del PSOE es el responsable de reclamar 'mordidas' a las constructoras a cambio de obras públicas, y de repartir las cuantías con Jose Luis Ábalos y Koldo García. Y es contundente en su escrito. Considera que hay "notabilísimos indicios" de la participación de Santos Cerdán en esta supuesta trama corrupta. Según el Magistrado, Santos Cerdán no solo conocía y gestionaba los cobros en las concesiones de obras públicas. También habría obtenido algún beneficio económico para él y/o para terceras personas.
Cerdán solo ha respondido a las preguntas de su abogado, y asegura que es víctima de una cacería política por haber negociado con Puigdemont y con Bildu para la investidura de Pedro Sánchez. Sí reconoce los audios en los que se interesa por diversas obras, como la del puente del centenario de Sevilla, pero sin admitir comisiones. De hecho, solo recuerda haberle un hecho un pago una vez a Koldo: 600 euros para gasolina en las primarias de Sánchez en 2017. Y frente a audios como este, en los que evita conversaciones comprometedoras, argumenta que lo hace por la amenaza de Pegasus.
En su declaración de alrededor de una hora, ha admitido su amistad, desde 2011, con Antxón Alonso, administrador de Servinabar; es la empresa de la que Santos Cerdán posee el 45% y que recibió contratos públicos millonarios. Cerdán también ha afirmado que trató con el entonces director de Carreteras, Javier Herrero, y con Isabel Pardo de Vera, ex presidenta de Adif. Y confirma lo dicho por Ábalos la semana pasada: que el ex ministro de Fomento Pepe Blanco les pasó nombres a ambos para el nombramiento de altos cargos en el Ministerio de Transportes.
El auto señala que los indicios son contundentes. Entre ellos se destaca que las grabaciones sean tan explícitas. El juez añade un nuevo delito, el de tráfico de influencias, junto a los que ya existían: integración en organización criminal y cohecho.
Al magistrado le llama la atención que las supuestas comisiones obtenidas eran de un porcentaje insólitamente mínimo. Se habla de un millón de euros, algo que no es habitual en este tipo de operaciones delictivas. Y además, ve indicios de que más personas, físicas o jurídicas, además del exministro José Luis Ábalos, su mano derecha, Koldo García y Santos Cerdán, podrían haberse lucrado con estas adjudicaciones.
Y sobre la veracidad de las escuchas en las que se basa el informe de la Guardia Civil, el juez Leopoldo Puente no tiene dudas: las da por válidas y rechaza que se hayan manipulado con procedimientos como la Inteligencia Artificial. El juez también hace referencia a que esta supuesta trama corrupta era una organización criminal vertical. En la cabeza de esta supuesta trama, como líder, sitúa a Santos Cerdán. Él recibía, según aprecia el magistrado, las supuestas comisiones o mordidas de las empresas adjudicatarias de las obras públicas, y se encargaba de repartirlas entre los otros dos supuestos miembros de la trama corrupta: José Luis Ábalos, entonces, ministro de Transportes y encargado de canalizar indebidamente la adjudicación de obras públicas.
Y, en tercer lugar, Koldo García, mano derecha de Ábalos, y encargado, supuestamente, del contacto directo con las empresas adjudicatarias para que entregaran las comisiones ilegales a Santos Cerdán. Fue Cerdán, según el auto del juez, quien pidió a Ábalos que colocara a Koldo García en su Ministerio. Y también fue Santos Cerdán, según aprecia el juez, quien pidió el nombramiento de, al menos, otra persona más: Javier Herrero como Director General de Carreteras, Quien, por cierto, según los indicios que recoge el auto, estaba en continuo contacto con Koldo García.