Con motivo del 520 aniversario del germen de la Universidad de Sevilla se ha organizado en el Archivo de Indias la exposición 'El viaje del conocimiento. Un mundo de cosas maravillosas' que, entre otras cosas, une a estos dos grandes exploradores.
El Archivo de Indias de Sevilla acoge hasta el 13 de julio la exposición 'El viaje del conocimiento. Un mundo de cosas maravillosas'. La exposición ha sido organizada por la Universidad de Sevilla para mostrar cómo la ciudad hispalense era en el siglo XVI uno de los centros de conocimiento en el mundo.
Esta exposición, que conmemora el 520 aniversario de la creación de la Universidad de Sevilla, cuenta la historia de cómo un libro medieval, el Libro de las Maravillas de Marco Polo, se convirtió en una guía para la construcción de un mundo nuevo, donde Sevilla fue uno de los focos más activos de conocimiento. En 1503 se crea la Casa de Contratación y, dos años más tarde, en 1505 el Colegio Universitario de Santa María de Jesús, origen de la Universidad de Sevilla.
Su fundador, Rodrigo Fernández de Santaella, tradujo la obra de Marco Polo al castellano en un momento en el que la ciudad era uno de los centros del conocimiento debido a los descubrimientos que se estaban realizando, a las novedades que llegaban al puerto y a los avances en disciplinas como la medicina o la cartografía. El libro de Marco Polo impulsó a otros viajeros. Uno de ellos fue Cristóbal Colón, quien adquirió una de las ediciones impresas del viaje de Marco Polo, como ha contado en Gente de Andalucía Luis Méndez, director de patrimonio de la Universidad de Sevilla.
"Cristóbal Colón se hizo con una copia del libro de Marco Polo y realizó más de 800 anotaciones, tanto de accidentes geográficos como de leyendas y riquezas porque Marco Polo hizo el camino de tierra a Asia y Colón por mar a lo que se creía que era Asia y resultó ser América", ha contado.
Ese libro de Marco Polo que se puede ver en la exposición, lo ha calificado como "un best seller", entendido como un libro de gran éxito en la época puesto que "circuló en numerosas piezas traducidas a muchísimos idiomas, tanto a mano como impresas".
Entre las joyas que se pueden admirar en esta exposición, Méndez destaca "tesoros cartográficos y libros incunables, algunos manejados por Cristóbal Colón con códigos secretos para que nadie supiera de sus rutas", pero también la primera imagen grabada del mundo en 1493 o varias piezas que muestran los intercambios que había en la época, como una virgen filipina del siglo XVII en marfil policromado o un Cristo de autoría hispanofilipina.
El itinerario muestra los intercambios culturales que durante el proceso de la primera globalización tuvieron lugar entre Europa, América y Asia, así como el papel de las universidades que se fueron fundando a lo largo y ancho de los territorios ultramarinos pertenecientes a la monarquía hispánica.