De lo que se trata es de crear pequeños soles -fuentes de energía muy potentes- aquí, en la tierra, gracias a los neutrones, y encontrar qué materiales son capaces de contener esos pequeños soles. Materiales capaces de soportar temperaturas de hasta 150 millones de grados. Se espera que en 2030 se empiecen a ver los primeros prototipos.
El objetivo del acelerador de partículas Ifmif-Dones de Escúzar (Granada) es conseguir energía limpia y barata. Actualmente la energía más barata que existe es la del sol y ésa es una de las claves. De lo que se trata es de crear pequeños soles -fuentes de energía muy potentes- aquí, en la tierra, gracias a los neutrones. Ya está demostrado que eso es posible. Ahora se trata de encontrar qué materiales son capaces de contener esos pequeños soles. Materiales capaces de soportar temperaturas de hasta 150 millones de grados. Aquí es donde entra en juego el acelerador de partículas que ya se está construyendo en Escúzar. Y no solo servirá para producir energía limpia e ilimitada. También se le quiere dar una utilidad sanitaria y para la investigación aeronáutica.
Este lunes se ha colocado la primera piedra del edificio, que albergará uno de los proyectos científicos más importantes a nivel mundial y supondrá la creación de mil puestos de trabajo al año. Con este proyecto, Andalucía se coloca en la élite científica. Se trata de un proyecto internacional en el que participan 14 países europeos como Croacia e Italia, y al que se ha sumado en este acto Japón. Su tecnología será clave en áreas como la medicina o la industria. Supone la mayor inversión científica en la historia de España, unos 700 millones de euros.
Japón se ha adherido como socio en un acto que ha servido también para la puesta de la primera piedra de esta infraestructura científica única en el mundo, que explorará los materiales con los que generar la energía de fusión, una energía limpia e inagotable.
Se trata de un acelerador de partículas lineal, único en el mundo, cuyo objetivo es replicar las condiciones de radiación neutrónica que se producirán en los futuros reactores nucleares de fusión. En él se ensayarán los materiales que luego se utilizarán para fabricar los reactores de fusión nuclear. El proyecto requerirá de una inversión de más de 700 millones de euros, cifra que podría elevarse con la posible puesta en marcha de otras tecnologías complementarias, ha explicado Montero, quien ha anunciado que el Gobierno llevará este martes al Consejo de Ministros un acuerdo marco para destinar a esta instalación 174 millones de euros.
Del montante global, al que se sumarán otros 60 millones anuales durante la vida útil del acelerador, el Gobierno de España y el de Andalucía asumirán 422 millones al 50 % hasta el 2031, mientras que el resto de la financiación se repartirá entre los países socios y la Unión Europea, ha explicado por su parte el presidente andaluz. La inversión global del proyecto es la más importante de la ciencia española, según el Gobierno, que confía en que antes de que acabe el año la infraestructura empiece a "desplegar el vuelo", aunque los plazos dependerán de los condicionantes técnicos. Las previsiones iniciales apuntaban a que la explotación científica de las instalaciones del acelerador comenzarán en 2033, fecha que marcará el ritmo del resto de variantes.
Las energías renovables y limpias como la de fusión son "prioritarias e innegociables" para el Gobierno de España, ha incidido la vicepresidenta primera, que se ha referido a esta infraestructura como un "reto tecnológico colosal que puede aportar soluciones a la dependencia de las energías fósiles".
¿POR QUÉ EN ESCÚZAR?
Granada estaba en el sitio y el momento. Aunque el proceso ha sido largo y complicado desde 2006 cuando salió la primera idea desde la Universidad de Granada. En 2015, con la vista puesta ya en unos terrenos de Escúzar, y durante un simposio sobre fusión nuclear en la ciudad Coreana de Daejeon, el comité ejecutivo internacional determina que España está preparada para acoge el IFMIF-Dones. Fue el primer espaldarazo a un proyecto en el que participaba la Ssociación de la Industria de la Ciencia, la universidad y la confederación de empresarios.
Aún había que competir con Polonia, Croacia y Japón. Los defensores de esta infraestructura hicieron algo en Escúzar que decantaria a la comunicad científica la aceptación social, la razón por la que el anterior acelerador se fue al Sur de Francia. Escúzar era un poligono industrial bien ubicado y con ansias de prosperar. En 2020 el ministro Pedro Duque firmaba con su homónimo croata un acuerdo de colaboración que ya aseguraba la sede en Granada. Desde entonces, laboratorios virtuales, edificios administrativos y desde hace dos años la nave donde ya trabajan 60 científicos en varios modelos de acelerador que será el campo de pruebas materiales para el futuro reactor de fusión. Se espera que en 2030 se empiecen a ver los primeros prototipos. Una actividad que causará en Escuzar y Granada un impacto de 6000 millones de euros y miles de puestos de trabajo directos e indirectos en la búsqueda de la fuente inagotable de una energía limpia, que podría nacer aquí.