En vísperas de la reunión clave para decidir quién será el sustituto del papa Francisco, el Vaticano es un hervidero de trabajadores ultimando preparativos y de encuentros de cardenales buscando nombres.
El cónclave será en la Capilla Sixtina y la noche la pasarán en dos edificios dentro de los muros vaticanos: el hotel Casa de Santa Marta, que Francisco eligiera para vivir durante su papado, y el Colegio Etíope, antigua seminario.
Estamos a tres días de que comience la reunión clave para decidir quién será el sustituto del Papa Francisco. El Vaticano es un hervidero de trabajadores ultimando preparativos y también de encuentros de cardenales buscando nombres para el cónclave. Entre esos nombres hay dos andaluces, pero de momento, ningún favorito claro. Este domingo podemos decir que es una jornada de reflexión. Tras varios días de congregaciones, hoy hay receso. Pero las que quedan lunes y martes antes del cónclave serán dobles, mañana y tarde, porque, aseguran los pocos purpurados que hablan, que en los debates internos de este foro previo al cónclave, todo está abierto.
El cónclave será en la Capilla Sixtina y la noche la pasarán en dos edificios dentro de los muros vaticanos, el hotel Casa de Santa Marta que Francisco eligiera para vivir durante su papado y el Colegio Etíope, antigua seminario. 40 profesionales trabajan sin pausa para preparar 200 habitaciones para los 133 cardenales y sus ayudantes. Y no solo acomodarlos.
Se tiene que garantizar el total aislamiento de los compartimentos. Más tabiques, puertas y cierre provisional de ventanas. Inclsuo las más próximas al área del cónclave deberán ser cubiertas como manda la tradición. La legislación pontificia establece que los votantes no pueden mantener contacto con el exterior de ninguna forma. Hasta tendrán que comprobar que no esconden instrumentos de grabación alguno. Incluso han sido desactivadas todas las cámaras y sensores con los que cuenta la capilla sixtina para las visitas turísticas. El día antes, martes, se impondrán casi 80 cierres de plomo en todos los accsesos del perímetro del cónclave. Tan solo cinco técnicos que tb deberán prestar juramento de discreción podrán estar dentro del recinto pendientes de que los sistemas eléctricos funcionen.
A primera hora del miércoles los cardenales deberán estar listos para la misa Pro Eligendo Pontífice en la Basílica de San Pedro para, después por la tarde, procesionar hasta su encierro en la Sixtina. Ya ese día habrá una primera votación y desde ese momento, estaremos pendientes del color del humo que salga de la chimenea. Será su única comunicación al exterior mientras bajo el imponente Juicio Final que pintara Miguel Ángel, 133 sacerdotes, emiten un juicio no final pero si fundamental para los millones de católicos del mundo.